Los perros regulan peor que nosotros su temperatura corporal. A diferencia de los seres humanos que poseemos glándulas sudoríparas por todo el cuerpo, ellos no expulsan el sudor por la piel, sino que lo hacen por las almohadillas de sus patas y con la respiración a través del típico jadeo. Por eso, hay que estar especialmente vigilantes para que no sufran el temido golpe de calor.
Tal y como nos ocurre a nosotros, una alimentación de calidad, sana y equilibrada es imprescindible para la salud de nuestro perro. Una popular frase dice que “somos lo que comemos”, y en el caso de nuestros perros ocurre exactamente lo mismo.
Bañar a tu perro es una tarea imprescindible para salud e higiene de tu mascota. Aparte de evitar el mal olor, ayuda a eliminar el pelo muerto y previene posibles enfermedades de la piel así como la aparición de parásitos externos.